Analizamos los principales aspectos que deben estar previstos en la cesión de un caballo a un jinete
La cesión de un caballo a un jinete puede ser gratuita modalidad que se conoce como «fruto por pensión» o remunerada existiendo muchas maneras de establecer esa contraprestación.
Aunque en un principio parezca que se trata de un acuerdo sencillo, la cesión de un caballo a un jinete, suele ser objeto de numerosas situaciones litigiosas, toda vez que normalmente se basan en una relación de confianza en la que no se han previsto circunstancias futuras en las que se pueden producir conflictos de intereses entre las partes, por lo que mediante el presente post trataremos de ofrecer 5 cuestiones a tener en cuenta antes de realizar la cesión de un caballo:
1º.- Es fundamental que el acuerdo de cesión se redacte por escrito en el que, en la medida de lo posible, se recojan todas las condiciones pactadas y posibles supuestos futuribles.
2º.-El plazo de duración de la cesión de un caballo es muy importante. Lo ideal es indicar un plazo inicial mínimo que puede fijarse en meses o en años y que con posterioridad se produzca su prórroga automática si ambas partes están de acuerdo.
3º.- Sería conveniente reseñar el centro hípico o cuadras donde va a quedar estabulado el caballo, así como el uso para el que este autorizado el jinete (carreras, salto, doma, completo, paseo etc….)
4º.- Los derechos y obligaciones del jinete que recibe el caballo deben quedar convenientemente reflejados en el documento. Principalmente consistirán en la monta, entrenamiento y disfrute del caballo así como la obligación de sufragar los gastos correspondientes a su alimentación y cuidados necesarios para su bienestar. (veterinario, herraje, vacunas etc….)
5º.- En el supuesto que se reciba una oferta de compra por el caballo, habría que regular si el contrato puede resolverse automáticamente, si el jinete tendría derecho a una compensación por su adiestramiento o incluso si el jinete puede ostentar un derecho de tanteo o adquisición preferente.
Además de las propias características del acuerdo al que hayan llegado las partes, existen otras muchas situaciones que conviene tener previstas, por lo que le resultará muy rentable pedir asesoramiento a un abogado especializado que cuente con la experiencia de otros casos y pueda redactarle un contrato “a medida” que le evite disgustos y dolores de cabeza en el futuro.