5 ERRORES EN LA COMPRAVENTA DE CABALLOS

Analizamos los errores más comunes en la compraventa de caballos

En las numerosas consultas que en los últimos años vengo recibiendo sobre compraventa de caballos, observo una serie de errores que se repiten de forma recurrente, tanto por los compradores como por los vendedores, por lo que en el presente artículo voy a comentar los errores mas frecuentes con idea de aprender de ellos y evitarnos problemas futuros.

1.- Realizar un acuerdo verbal

Desgraciadamente, en muchas compraventas de caballos todavía permanece la antigua costumbre de realizar el trato de manera oral y sin documentar las condiciones de venta por escrito o incluso por cualquier medio audiovisual como estamos actualmente realizando en infinidad de ocasiones al contratar cualquier otro producto o servicio.

Ante la falta de un soporte probatorio válido, el comprador se encuentra en una situación de completa indefensión ante cualquier conflicto, al ser muy complicado poder acreditar las condiciones de la compraventa, al igual que el vendedor si le reclaman un precio distinto o cualquier patología que estaba a la vista y que fue perfectamente aceptada por el comprador.

La conclusión que debemos extraer es que siempre es más seguro para ambas partes, que la compraventa de un caballo venga reflejada en un documento escrito o audiovisual aceptado entre ambas partes, el cual no tiene por que ser excesivamente complicado, debiendo reflejarse principalmente, además de los datos de los contratantes, una adecuada descripción del caballo, la fecha de adquisición, el uso al que se destina el animal, si se le ha realizado alguna revisión veterinaria, si la entrega es en origen o en destino, así como la previsión de un plazo de garantía razonable para el supuesto que surjan vicios o defectos ocultos en el animal.

2.- Pagar el precio en metálico y sin documentar

Resulta un error habitual que muchas compraventas de caballos, se pague el precio en efectivo-metálico y que el comprador no exija al vendedor la firma de un documento dando por recibido el dinero correspondiente al precio del caballo.

Estos dos aspectos (precio y pago) resultan fundamentales a la hora de abordar la compra de un caballo, por cuanto que muchas veces se paga en efectivo y sin ningún tipo de resguardo, por lo que cuando surge un litigio resultará difícil probar cual es el verdadero precio del caballo y su forma de pago.

Esta circunstancia cobra en la actualidad mayor relevancia, al estar expresamente prohibido realizar pagos en efectivo por importe superior a 1.000 euros, por lo que tanto el vendedor como el comprador que incumplan esta norma, pueden verse inmersos en un procedimiento sancionador por parte de la Agencia Tributaria.

3.- Verificar la titularidad del animal

En ocasiones la persona que recibe el dinero no es el verdadero propietario del caballo, o bien el precio se ha ido pagando por diversos conceptos a diferentes intermediarios a quienes en caso de litigio, resultará difícil poderles exigir la devolución del dinero. Por ello conviene siempre verificar que quien recibe el dinero es el verdadero dueño del animal, sin perjuicio de las relaciones de éste con los restantes agentes o intermediarios.

Aunque no existe un registro oficial de propietarios de caballos, podremos evitar este error solicitando al vendedor toda la documentación relacionada con el caballo (LIC, pasaporte, inscripción en el libro, carta de origen, nº  de microchip, LAC, inscripción en la OCA etc…), y verificar si en estos documentos aparece el vendedor como propietario.

4.- No realizar un examen veterinario previo a la compra

La realización de un examen de precrompra por un veterinario, reducirá enormemente las posibilidades de que aparezca un vicio oculto tras la compraventa. No obstante debemos saber que, dependiendo del tipo de examen de pre compra, se podrá conocer mejor el estado de salud del animal, es decir, no es lo mismo un examen en el que únicamente se realiza un test de flexión con algunos ejercicios y reconocimiento ocular, que un examen con placas radiológicas, análisis de sangre y otro tipo de pruebas científicas de mayor exhaustividad.

Resulta lógico que a la hora de plantearnos esta posibilidad, habrá que tener en cuenta diversos factores como el precio y el uso al que se va a destinar el caballo, no obstante considero que actualmente sería un error comprar un caballo sin un previo examen veterinario.

5.- Desconocer los impuestos que gravan la compraventa de caballo

La adquisición de un caballo, como la de cualquier otro bien material objeto del comercio, lleva aparejada el devengo de diferentes impuestos en función de que la operación se realice entre particulares o que intervenga como vendedor un profesional o un empresario del sector.

Si la compraventa se realiza por un vendedor que tenga la condición de profesional o un por un ganadero, estaría sujeta al IVA, al tipo general aplicable en el momento de la transmisión (actualmente al 21%).

Por el contrario, la compraventa entre dos particulares, está sometida al Impuesto de Transmisiones Patrimoniales. Este impuesto está transferido a las Comunidades Autónomas, y son ellas las que fijan una serie de baremos y dictámenes para su aplicación, ello sin tener en cuenta las distintas situaciones que acredite tener el sujeto pasivo, es decir, la persona a la cual se transfiere el bien (comprador). Generalmente el tipo impositivo para estas operaciones se encuentra en el 4% del valor del animal.

En cualquier caso, el sujeto pasivo de los impuestos que gravan la compraventa de caballos (IVA o ITP) será siempre el comprador.

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